Los síntomas suelen aparecer entre 6 semanas y 6 meses después del contagio. Una vez que aparecen, estos síntomas permanecen durante algunas semanas aunque en ocasiones pueden persistir durante meses.
Entre los signos y los síntomas que presenta esta enfermedad podemos encontrar:
- Sensación de cansancio
- Fiebre
- Dolor abdominal
- Pérdida de apetito
- Dolor articular
- Náuseas y vómitos
- Urticaria
- Orina de color oscuro
- Heces de color claro o grisáceas
- Ictericia
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| Ictericia |
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| Urticaria |
Cabe destacar que la hepatitis B suele desaparecer espontáneamente, pero en ocasiones puede causar una infección hepática crónica que puede dar lugar a cirrosis hepática o cáncer de hígado.
La probabilidad de que esta infección se haga crónica depende de la edad a la que se produzca. Los niños infectados antes de los seis años son los que tienen más riesgo de sufrir infecciones crónicas.
En los lactantes y los niños:
- Entre un 80 y un 90% de los lactantes infectados durante el primer año de vida, sufrirán una infección crónica
- Entre un 30 y un 50% de los niños infectados antes de los seis años, sufrirán una infección crónica
En los adultos:
- Menos del 5% de personas sanas que se contagien sufrirán una infección crónica
- Entre el 20 y el 30% de los adultos que tienen una infección crónica sufrirán cirrosis y/o cáncer hepático
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